La Reforma protestante y la Contrarreforma

Reforma protestante

La Reforma protestante y la Contrarreforma son los nombres que recibieron los movimientos surgidos en el siglo XVI en el seno de la religión cristiana, ambos fueron opuestos entre sí y propiciaron profundos cambios en la vida espiritual del mundo occidental.

La Reforma protestante fue promovida por un monje alemán llamado Martín Lutero. Quien criticó profundamente a la figura del papa y a la alta jerarquía católica, su movimiento impulsó la idea de una relación directa entre los hombres y Dios basada en la lectura e interpretación de la Biblia.

La Contrarreforma fue una consecuencia de la Reforma protestante, el Papa Paulo III, consciente de que llegar a acuerdos con los reformistas era algo imposible, impulsó en el Concilio de Trento (1545-1563) un movimiento de oposición a la Reforma.

Si quieres saber un poco más sobre la Reforma protestante y la Contrarreforma continúa leyendo que podrás conocer más sobre su origen, las características de cada uno y sus consecuencias.

Por qué ocurrieron la Reforma protestante y la Contrarreforma

La Reforma protestante ocurrió como una reacción a muchas situaciones propiciadas por la iglesia católica que causaban inconformidad entre sus fieles, esa situación se conjugó con una compleja situación política en Europa. La Contrarreforma se originó como reacción a la Reforma y fue un movimiento religioso con un alto contenido político.

El origen del movimiento reformista en la iglesia cristiana no tiene una sola causa, sino que es producto de múltiples situaciones complejas que se fueron acumulando.

Por una parte, existía una gran inconformidad dentro del bajo clero (los sacerdotes y monjes pobres) por la opulencia y forma de vida de la alta jerarquía de la iglesia. Muchos clérigos se oponían al hecho de que los cargos de la curia romana eran vendidos por el Papa a los miembros de las familias nobles.

Adicionalmente, León X, máximo jerarca de la iglesia católica, inició la práctica de otorgar indulgencias a los pecadores ricos a cambio de dinero para la construcción de la basílica de San Pedro en el Vaticano. Ante esta situación se rebeló un monje agustino Martín Lutero, quien también era teólogo en la universidad de Wittenberg.

Lutero criticaba la vida lujosa del Papa y los cardenales, las costumbres disipadas de estos y, sobre todo, el desapego a la doctrina de pobreza pregonada por Jesús en sus enseñanzas. Su rebelión se hizo pública cuando en 1517 fijó en la puerta de la iglesia de Wittenberg un cartel con noventa y cinco tesis en contra de la doctrina católica.

¿Qué es la Reforma protestante?

No existe una sola Reforma protestante, el movimiento reformista no tenía una autoridad centralizada, por lo que en diversos países europeos, a lo largo del siglo XVI, surgieron líderes locales que impulsaron el nacimiento de nuevas iglesias con diferentes doctrinas religiosas, aunque todas coincidían en su adhesión al cristianismo y su oposición a la iglesia católica.

Así, el proceso de la Reforma protestante tuvo como consecuencia la creación de la iglesia anglicana en Inglaterra en 1534. En Alemania los seguidores de Lutero se separaron de la iglesia católica formando la iglesia luterana que asume como fecha de fundación el célebre 31 de octubre de 1517 cuando Lutero publicó sus noventa y cinco tesis.

En 1536 se estableció Juan Calvino en Ginebra, sus ideas tuvieron arraigo en grupos varios países como Suiza, los Países Bajos, y propiciaron la creación de diversos grupos religiosos como los hugonotes en Francia, los puritanos ingleses y los presbiterianos en Escocia.

El resultado de todo este proceso fue una Europa dividida en torno a las diversas confesiones cristianas, una situación que mezclaba política, religión e intereses económicos.

Causas teológicas de la Reforma

El núcleo de las críticas hechas por Lutero era teológico, la principal tesis de él era la justificación de la salvación por la fe. Lutero estaba convencido de que la salvación de las personas no ocurriría por sus acciones sino por su fe en Dios.

Una tesis como esta era realmente revolucionaria pues eliminaba la necesidad de recurrir a la mediación de la iglesia en la búsqueda de indulgencias para obtener la salvación, algo diametralmente opuesto a la práctica institucionalizada por el Papa.

Otras de las ideas propuestas por Lutero eran el sacerdocio universal, su idea era que cualquiera puede interpretar la biblia y predicar la palabra. Esta tesis también eliminaba la función de la iglesia y del Papa como máxima autoridad en cuanto a la interpretación de la doctrina cristiana.

Además de estas tesis que atentaban directamente contra la autoridad del Papa y la iglesia, Lutero proponía otras medidas que eran muy populares entre los clérigos pobres como la eliminación del celibato entre los sacerdotes.

Causas políticas de la Reforma

A las críticas teológicas se sumó la situación política para dar impulso al movimiento reformista, lo cual causó con el tiempo el enfrentamiento de los partidarios de la Reforma protestante y la Contrarreforma en el plano político y militar.

Las ideas de Lutero adquirieron muchos seguidores en Alemania, esto se debía no solo a la cuestión dogmática, sino al ambiente político. Muchos de los príncipes electores alemanes auspiciaron la difusión de la Reforma porque deseaban independizarse de la autoridad del Papa, y de la subordinación al Emperador Carlos I de España y V de Alemania.

De modo que, la Reforma protestante y la Contrarreforma, fueron movimientos políticos, además de movimientos religiosos, ya que representaban los intereses de bandos políticos enfrentados. En el caso de reinos como Francia e Inglaterra ocurrió igual que en Alemania, los reyes de estos países, Enrique VIII de Inglaterra y Enrique II de Francia, se enfrentaban al Papa y al emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, por lo que se aliaron con los protestantes.

Por su parte, Carlos I de España y V de Alemania, así como su hijo, Felipe II, mantuvieron siempre la fidelidad de sus vastos imperios a la autoridad del Papa y a la iglesia católica, y pusieron todos sus recursos al servicio de la imposición del catolicismo en toda Europa, empresa en la que finalmente fracasaron.

La Contrarreforma

No todos los que se encontraban inconformes con el estado de las cosas en la iglesia católica se separaron de esta. Sobre todo, aquellos que no tenían diferencias doctrinarias o dogmáticas y solo deseaban una renovación de la iglesia. Este era el caso de Erasmo de Rotterdam quien era un humanista muy influyente en su época.

El Papa Paulo III recogió el clima de malestar existente y promovió el Concilio de Trento (1545-1563) con la esperanza de lograr unificar a toda la iglesia cristiana. El resultado fue totalmente lo opuesto.

En este Concilio cobró forma el movimiento de la Contrarreforma, esta era una estrategia de propaganda de la doctrina católica y de reafirmación de los dogmas católicos.

Entre los principales dogmas que se reafirmaron se encontraban la salvación por la fe y por las obras, la creencia en la virginidad y santidad de María como madre de Dios libre de pecado, los siete sacramentos, la condición de celibato para los sacerdotes y, sobre todo, la reiteración de la infalibilidad del Papa como máximo intérprete de la doctrina y cabeza de la cristiandad.

Consecuencias de la Contrarreforma

Además de la reafirmación doctrinaria y dogmática realizada en el Concilio de Trento, la Contrarreforma tuvo una serie de consecuencias muy importante en el mundo occidental.

La principal de ellas, la división de Europa en dos grandes bloques culturales, los países del centro y el norte de mayoría protestante, y los países del sur y del Mediterráneo bajo confesión católica. Esta división se hizo extensiva a las colonias de América, en donde el norte de influencia anglosajona se apegó al protestantismo, mientras el centro y el sur de América se mantuvo fiel a la tradición católica.

La Contrarreforma impulsó la creación de los seminarios para formar nuevos sacerdotes con una mayor instrucción teológica. También se propició la fundación de escuelas católicas, la figura del catecismo y la actividad de los misioneros en las colonias en América de los países aliados con el Papa como eran España y Portugal.

Las actividades educativas y de promoción de la fe fueron asumida como el principal objetivo de la recién creada orden religiosa llamada la Compañía de Jesús, fundada por Ignacio de Loyola.

Los jesuitas hicieron uso de todos los medios disponibles para realizar la propaganda religiosa que le habían asignado, así impulsaron la construcción de iglesias pertenecientes al estilo del arte llamado barroco. La característica más resaltante de este estilo es su pomposidad, algo que lo hizo idóneo para captar nuevos fieles a la iglesia católica. Gracias a la Compañía de Jesús, el barroco se convirtió en el primer estilo europeo que se difundió de forma masiva en América.

La presencia de los jesuitas, tanto en Europa como en América, no se limitó a las iglesias. La Compañía de Jesús tuvo a la educación como principal bastión de su campaña de adoctrinamiento. Por esta razón crearon escuelas y fundaron universidades en ambos continentes entre el siglo XVI y XVII, además de asumir cátedras en las universidades de todos los países católicos.

Otra institución que cobró un gran auge gracias a la Contrarreforma fue la Santa Inquisición, que tuvo una actividad muy importante tanto en los países católicos de Europa como los de América.

Resumen de la Reforma protestante y la Contrarreforma

La Reforma protestante y la Contrarreforma ocurrieron en el siglo XVI. Se originaron en Europa y fueron movimientos religiosos y políticos.

La Reforma protestante tuvo su origen en la inconformidad en contra del Papa y la jerarquía católica, uno de sus principales impulsores fue el monje agustino de origen alemán Martín Lutero, quien publicó noventa y cinco tesis en contra de la doctrina católica contra la cual se rebeló.

El movimiento reformista de Lutero fue apoyado por los príncipes alemanes, quienes se oponían a la autoridad del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que era de confesión católica, y del Papa.

En otros países europeos, como Inglaterra y Francia, sus reyes se encontraban enfrentados a la autoridad del Papa y del emperador, por esta razón impulsaron los movimientos protestantes.

Además de Lutero, hubo otras figuras importantes que promovían la Reforma protestante como Juan Calvino en Suiza, Los Países Bajos, Francia, Inglaterra y Escocia. Los seguidores de Calvino asumieron diversas denominaciones: calvinistas, hugonotes, presbiterianos

Europa se dividió en torno a la confesión religiosa de sus gobernantes y de su población, esta división se hizo extensiva a América, con un bloque de países en el norte de influencia protestante y otro bloque en el sur de ambos continentes de adhesión católica.

La Contrarreforma fue promovida por el Papa y auspiciada por el emperador. La Compañía de Jesús fue uno de los principales instrumentos de propaganda religiosa usada por el catolicismo, la base de esta actividad fueron las misiones y la educación.