Segunda Guerra Mundial, antecedentes, desarrollo y consecuencias

La Segunda Guerra Mundial tuvo lugar entre 1939 y 1945 y fue el conflicto más sangriento de la historia de la humanidad. Dividió a la mayor parte de las naciones del mundo en dos alianzas militares opuestas. Los Aliados, liderados por Gran Bretaña y su Imperio, Estados Unidos, la Unión Soviética y Francia, se unieron contra las Potencias del Eje: la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón imperial. A continuación, te hablaré sobre los antecedentes, el desarrollo y las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.

Antecedentes de la Segunda Guerra Mundial

Después de la Primera Guerra Mundial (ocurrida entre 1914-18) ocurrieron graves crisis económicas durante los años veinte. En esa época comenzó a surgir en Europa un sentimiento nacionalista muy agresivo y fuerte, en especial entre la élite y la población de las potencias derrotadas durante la Primera Guerra Mundial.

El sentimiento predominante entre estos grupos ultranacionalistas era el deseo de revertir los términos del Tratado de Versalles (1919), el cual muchos consideraban como humillantes. Países como Alemania e Italia sentían que debían reafirmar su dominio sobre Europa.

Alemania, en el período entre guerras sufrió el ascenso al poder de Adolf Hitler, un líder nacionalista con ideas antisemíticas y una personalidad carismática muy fuerte, que prometió al pueblo Alemán recuperar su gloria pasada. De este modo, desde 1933 comenzó a prepararse para la invasión de lo que llamó el espacio vital (Lebensraum) de Alemania, que no era otra cosa que su proyecto de invadir países de Europa oriental. Las acciones comenzaron en 1938 cuando se anexó Austria y partes de Checoslovaquia sin necesidad de hacer uso de la fuerza militar.

El liderazgo de las potencias europeas como el Reino Unido y Francia deseaba evitar una nueva guerra en territorio europeo a toda costa. Por eso se hicieron de la vista gorda sobre los planes de Hitler y le permitieron actuar con indulgencia. Hasta que, el 1 de septiembre de 1939, Alemania traspasó el límite trazado por los europeos al anexarse Polonia, acto que fue considerado una agresión de guerra por Inglaterra y Francia que de modo conjunto declararon la guerra a Alemania el 3 de septiembre de 1939.

En otras regiones del mundo, como Asia, los problemas económicos también habían provocado movimientos militaristas en el Imperio japonés. En busca de influencia y recursos, Japón lanzó una invasión de China en 1937.

Desarrollo de la Segunda Guerra Mundial

En julio de 1941, los japoneses enviaron tropas al sudeste asiático. Esto amenazó los intereses británicos en la zona e hizo que Estados Unidos y Gran Bretaña establecieran un embargo de petróleo contra Japón. En represalia, los japoneses lanzaron un ataque devastador contra la Flota del Pacífico de la Armada estadounidense en Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, atrayendo a Estados Unidos a la guerra, la potencia americana había tratado de mantenerse neutral y fuera de este conflicto, hasta ese momento.

En los días siguientes, los japoneses invadieron las colonias europeas del este de Asia, incluidos los territorios británicos de Hong Kong, Malaya, Singapur y Birmania. Su objetivo era crear un perímetro fortificado alrededor de un Japón autosuficiente, que pudiera defenderse hasta que los Aliados se cansaran de la guerra.

La invasión alemana a la Unión Soviética

En 1941, Adolf Hitler rompió el pacto de no agresión que había acordado con Joseph Stalin y que había permitido la neutralidad de la Unión Soviética. Este pacto le permitió a Alemania anexarse territorios de Checoslovaquia y Polonia sin mayor resistencia. Sin embargo, Hitler envió a su ejército a invadir el territorio de los estados bálticos y sitiar la ciudad de Leningrado.

En su marcha hacia Moscú, el ejército nazi tomó Kiev y continuó su avance hacia Moscú. El ejército rojo aumentó su resistencia y lanzó una contraofensiva que le permitió expulsar a los nazis de Moscú y recuperar los territorios perdidos.

El avance contra Italia por parte de los aliados

En mayo de 1943, los Aliados obtuvieron la victoria en el norte de África. Sus ejércitos avanzaron desde el este y el oeste, uniéndose cerca de Túnez y provocando la rendición de 250.000 soldados alemanes e italianos.

A continuación, los Aliados se propusieron expulsar a las potencias del Eje de Europa. La invasión de Sicilia tuvo lugar en julio de 1943, y condujo a la detención y expulsión del líder fascista italiano Benito Mussolini a finales de ese mes. Esta victoria hizo que Italia se rindiera. El 3 de septiembre se firmó un armisticio, pero los combates en el país continuaron.

La invasión aliada de Europa durante la Segunda Guerra Mundial

Los Aliados que habían permanecido estancados un tiempo en el corazón de Europa, decidieron lanzar, con el apoyo decisivo de los Estados Unidos de América, la invasión anfibia de Europa. Esta realizó el 6 de junio de 1944 en Normandía y es conocida como el Día D. Este representa un hito histórico en el frente occidental durante la Segunda Guerra Mundial.

Los Aliados también desembarcaron en el sur de Francia en agosto. Estas operaciones coincidieron con una gran ofensiva del Ejército Rojo de la Unión Soviética en el frente de Europa del Este, esta estrategia de tenazas que acorraló a los alemanes fue demoledora para su ejército.

La victoria aliada en Europa

La Segunda Guerra Mundial llegó a su punto culminante en febrero de 1945. En ese momento los aliados penetraron por el oeste de Alemania. Por el flanco este, el 25 de abril, el Ejército Rojo entró en Berlín. Ante tal cerco, cinco días después, Adolf Hitler se suicidó y los soviéticos capturaron el edificio del parlamento alemán, el Reichstag. Tras un nuevo avance aliado en Italia, las fuerzas alemanas se rindieron de forma definitiva el 2 de mayo de 1945.

Los Aliados declararon su victoria en Europa el 8 de mayo de 1945, tras la rendición incondicional de Alemania. Esto condujo a la ocupación y división de Alemania en dos países con identidad política y gobiernos separados. La parte occidental bajo la tutela de Estados Unidos y la parte oriental bajo la influencia soviética.

Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial

Además de la división de Alemania en dos países, la Segunda Guerra Mundial es considerada el conflicto más sangriento de la historia de la humanidad y con un mayor número de muertes.

Más de 65 millones de personas murieron durante la Segunda Guerra Mundial. La mayoría fueron civiles asesinados por bombardeos aéreos estratégicos, hambrunas provocadas por el hombre y genocidio.

Las pérdidas materiales durante la Segunda Guerra Mundial fueron incalculables, y el mundo después de este conflicto cambió radicalmente. Surgieron dos polos de poder, el mundo occidental liderado por los Estados Unidos de América quien implementó un plan de ayuda económica conocido como el Plan Marshall, y la Cortina de Hierro bajo la influencia de la Unión Soviética.

El holocausto durante la Segunda Guerra Mundial

Una mención aparte merece la política de exterminio llevada a cabo por los nazis en contra de la población judía de Alemania y de todos los países que fueron sometidos al dominio nazi. Como consecuencia de esta acción sistemática de persecución y exterminio, se estima que alrededor de once millones de judíos, además de gitanos y otras etnias murieron en los campos de concentración nazi.

Las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre Japón

Otro episodio terrible ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial fue la decisión de los Estados Unidos de lanzar dos bombas nucleares contra las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki, eso ocurrió el 6 y el 9 de agosto respectivamente.

Ante estos ataques, el Japón, aunque ya se encontraba derrotado militarmente, declaró su rendición incondicional el 15 de agosto de 1945, sellando de modo definitivo el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Resumen, esquema sobre la Segunda Guerra Mundial