El descubrimiento y la conquista de América

Resumen, esquema, sobre el descubrimiento y la conquista de América
Paradais Sphynx/CC BY 2.0

El período histórico que comprende el descubrimiento y la conquista de América engloba una serie de acciones realizadas por las potencias europeas a partir del siglo XV para explorar y establecer colonias en el continente que fue llamado América.

El propósito de estos viajes exploratorios y acciones de conquista fue establecer las bases que les permitieran explotar las riquezas de estas regiones. Los principales países europeos involucrados en estas empresas fueron en principio el Imperio español y el reino de Portugal, luego se sumaron el Imperio británico, el reino de Francia y los Países Bajos.

Si deseas conocer más sobre esta etapa de la historia del mundo occidental, a continuación, te explico mejor cómo ocurrió esta etapa histórica.

Cristóbal Colón y los Reyes Católicos

El pionero del descubrimiento y la conquista de América fue el navegante italiano Cristóbal Colón. Él no fue el primer explorador marítimo en su época. Su gran mérito fue ser el primero en lograr atravesar el océano Atlántico y arribar a las costas del mar Caribe en suelo americano.

Cristóbal Colón realizó primero gestiones ante el rey Juan II de Portugal en 1484, debido a que este país era pionero en la exploración marítima. Sin embargo, como su idea de llegar a oriente navegando hacia occidente, basado en la teoría de la redondez de la tierra, no tuvo apoyo en la corte portuguesa, continuó sus esfuerzos en España.

En 1486 tuvo una audiencia con los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla. En un principio la empresa de Colón no tuvo una buena acogida en la corte española. Sin embargo, con el tiempo, el navegante italiano consiguió el apoyo de la reina Isabel  la Católica.

Obligaciones de las Capitulaciones de Santa Fe

En abril de 1492, Cristóbal Colón y los Reyes Católicos firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, una especie de contrato en el que Cristóbal Colón se comprometía a reclamar la posesión y dominio de los territorios que lograra encontrar en su expedición en el nombre de los Reyes Católicos, a cambio del apoyo de estos para su proyecto.

Las obligaciones de Santa Fe básicamente fueron un reparto anticipado de los territorios que Cristóbal Colón pudiese encontrar en su exploración de las rutas hacia occidente. Este documento es un elemento muy importante para entender lo que luego sería el descubrimiento y la conquista de América, ya que se asumió desde un principio que esta era una empresa de conquista de territorios y riqueza.

Las principales obligaciones derivadas de las Capitulaciones de Santa Fe fueron:

– Cristóbal Colón recibiría el título de Almirante y Virrey en todos los territorios y mares descubiertos en sus empresas exploratorias. A decir verdad, ni  Colón, ni los reyes, tenían en mente el alcance real de esta disposición en aquel momento.

– Colón recibiría el diez por ciento de todas las riquezas producto de sus descubrimientos, quedando para la corona el restante noventa por ciento.

– Los Reyes Católicos también confirieron a Colón la autoridad para juzgar y decidir en las causas mercantiles que ocurrieran en los territorios bajo su gobierno.

– La última disposición fue que a Colón se le dio la opción de costear la octava parte de futuras expediciones, a cambio podía recibir una participación igual en las ganancias a las dispuesta en las Capitulaciones de Santa Fe.

El Tratado de Tordesillas y el descubrimiento y la conquista de América

El Tratado de Tordesillas fue un convenio alcanzado entre el rey de Portugal y los Reyes Católicos. Fue firmado en 1494 en la localidad que lleva el mismo nombre.

El objetivo de este tratado, en lo relacionado con el descubrimiento y conquista de América, era establecer las áreas de navegación en el océano Atlántico  y los territorios de conquista en el nuevo territorio.

Mediante el Tratado de Tordesillas, Portugal, logró la exclusividad de navegación de la ruta del Cabo de Buena Esperanza, y los monarcas hispánicos lograron preservar la exclusividad de la navegación y conquista de las rutas hacia las Antillas que habían sido recientemente descubiertas.

Para establecer los límites y las áreas que correspondían a cada reino se delimitó una línea imaginaria ubicada a 370 leguas al oeste de Cabo Verde. En la práctica, esto significó que el extremo Este de la costa de América del Sur quedó bajo la jurisdicción portuguesa, lo que hizo posible el reclamo y sometimiento posterior, hecho por Portugal, del territorio que hoy conforma a Brasil.

La conquista de las culturas del Nuevo Mundo

Los nombres con los que se conocen hoy en día los territorios que fueron parte del proceso de descubrimiento y la conquista de América eran diferentes.

 América es un nombre conferido por un cartógrafo alemán al nuevo continente en homenaje al navegante italiano que acompañó a Colón, Américo Vespucio.

De igual modo ocurre con el resto de la toponimia actual del continente, ya que buena parte de ella fue asignada por los conquistadores españoles, portugueses, y luego,  ingleses, franceses y holandeses que realizaron el descubrimiento y conquista de América.

Antes de la llegada de Colón, en las diferentes latitudes del continente americano habitan una gran variedad de pueblos y culturas aborígenes  con sus formas de civilización, su propia cultura, religión y lenguas, que denominaban de forma diferente a su territorio.

El hecho de que los nombres dados por los nuevos conquistadores sean los que prevalecieron indica que el descubrimiento y la conquista de América no fue solo un hecho militar y económico, sino esencialmente cultural, ya que la cultura occidental europea, la religión, modos de vida, lenguas y creencias se impusieron a la población de América.

El tratamiento que se le dio a los pueblos originarios de América por parte de los conquistadores fue muy desigual, esto se debe a que el grado de desarrollo de estas civilizaciones era muy desigual.

Mientras que existían verdaderos imperios como el de los aztecas en el actual territorio mexicano, o el de los incas en los Andes peruanos; en las islas del Caribe, la Amazonía o el norte de América, los habitantes autóctonos tenían formas de vida culturalmente menos complejas.

Estos fueron los principales episodios del descubrimiento y la conquista de América hecha por España:

Hernán Cortés y los aztecas

La figura de Hernán Cortés es muy controversial. Hoy en día se celebran los 500 años de la fundación de Nueva España. Según la creencia popular Hernán Cortés logró derrotar al beligerante Imperio azteca con la ayuda de apenas unos cientos de guerreros españoles y algunos esclavos que llevaba consigo desde Cuba. Esto, por supuesto, no es cierto.

Cuando Cortés desembarcó en las costas de Yucatán en 1519 encontró a una población indígena que estaba sometida, esclavizada y diezmada por la fiereza de los aztecas o mexicas. Este pueblo guerrero tenía su capital en Tenochtitlán y se había impuesto a pueblos como los  totonacas y los Tlaxcala.

Al descubrir Cortés que el Imperio mexica, gobernado por el gran Moctezuma, tenía enemigos entre los habitantes de los territorios que él trataba de conquistar, elaboró un plan para crear alianzas con estos aborígenes para enfrentar a los mexicas.

Para realizar estas alianzas se valió de la ayuda de una mujer indígena que pasaría a la historia como la Malinche, esta mujer fue la intérprete y consejera de Cortés, también su concubina y la madre de un hijo mestizo del conquistador.

Cortés visitó por primera vez Tenochtitlán en 1519, en esa ocasión fue huésped del emperador Moctezuma, quien lo alojó en el palacio que había sido de su padre. Allí Cortés tuvo la oportunidad de apreciar la grandeza y riqueza de aquel imperio y se decidió a conquistarlo traicionando al emperador mexica.

En 1521, el ejército formado por los españoles en alianza con los aborígenes enemigos de los mexicas, los tlaxcaltecas, sitiaron Tenochtitlán durante sesenta y cinco días, al cabo de los cuales la población de la ciudad fue diezmada hasta casi desaparecer, para finalmente dar paso a la toma de esta por parte de Hernán Cortés.

Con el tiempo en tierra mexicana se instaló el Virreinato de Nueva España, que sería una de las principales colonias hispánicas en América, con un territorio que abarcaba el territorio de Norte América y América Central.

Francisco Pizarro y los incas

La otra gran empresa de conquista desarrollada por los españoles en territorio americano fue la realizada por Francisco Pizarro.

En 1524, Francisco Pizarro, que era alcalde de Panamá, realizó una alianza con Diego de Almagro y Hernando de Luque con la finalidad de adelantar la conquista del territorio conocido por ellos como el Birú.

Durante dos años, Pizarro y sus hombres, navegaron y realizaron incursiones por las costas del océano Pacífico hacia el sur con muy malos resultados. Sin embargo, lograron tener vagas noticias del vasto y rico Imperio inca,

En 1532, Pizarro emprendió una expedición con ciento ochenta hombres a su cargo. Desembarcó cerca de Tumbes, una parte del territorio del Imperio inca conocido como el Tahuantinsuyo. Atahualpa, quien era hijo del emperador Huayna Capac, tuvo noticia de la expedición de Pizarro, quien había sido considerado como un dios por parte de los habitantes de la parte norte del Imperio.

Atahualpa tomó esta visita como un buen presagio, ya que él se encontraba en una guerra civil en contra de su hermano por la sucesión del trono, y pensó que tener a los dioses blancos de cabellos brillantes de su lado le ayudaría a poner fin a la guerra. Por esta razón decidió invitar a Pizarro a encontrarlo en la fortaleza de Cajamarca.

La traición de Pizarro

El español aceptó la invitación y asistió al encuentro con ciento sesenta y ocho soldados y treinta y siete caballos. A pesar de la desigualdad de las fuerzas, treinta mil guerreros incas contra menos de doscientos españoles, Pizarro terminó por hacer prisionero a Atahualpa.

Durante el cautiverio de Atahualpa, Pizarro permitió que este siguiera con sus asuntos políticos durante un tiempo, el emperador aprendió la lengua española y se comunicaba con su captor, incluso llegó a pagar un rescate de toneladas de oro y plata por su libertad.

Sin embargo, todo terminó con la muerte de Atahualpa, con el tiempo los españoles tejieron alianzas con la nobleza del Cusco y convivieron un tiempo con los incas.

En 1535, Francisco Pizarro fundó la Ciudad de los Reyes, actual Lima, y con esta fundación inició de manera formal la conquista del Imperio inca. Con el tiempo, en el año 1542, la corona española creó el Virreinato del Perú con su capital en Lima y un territorio que comprendía la región andina desde el sur de la actual Colombia hasta Chile.

Este virreinato, junto con el de la Nueva España, fueron las primeras colonias españolas en el nuevo continente. Con el tiempo, dos siglos después,  se crearon los otros dos virreinatos, el del Río de la Plata (Argentina, Uruguay y Paraguay) y el de la Nueva Granada (Colombia, Venezuela y Ecuador y Panamá), los cuales completaron el proceso de descubrimiento y la conquista de América por parte de España.

Francisco Montejo y los Mayas

Cuando los conquistadores españoles tenían dominado el Valle de México y el territorio centroamericano procedieron al descubrimiento y la conquista de América en el sur de México, Guatemala, Honduras y la península de Yucatán. Esta región se caracteriza por su densa vegetación de selvas tropicales, esta situación hacía más difícil la penetración de los exploradores.

En 1523, Hernán Cortés envió a su lugarteniente, Pedro de Alvarado, a la región baja de Guatemala. Este con ayuda de la tribu Tlaxcala tuvo los primeros enfrentamientos con las tribus mayas, quienes, a diferencia de los aztecas, desde el inicio ofrecieron una fiera resistencia a la conquista de su territorio por parte de los españoles.

Estos enfrentamientos se mantuvieron hasta 1530 aproximadamente, durante este período se fundó la ciudad de Santiago de Guatemala en el territorio que correspondía a la población maya llamada cakchiquel de Iximché.

En 1527, Carlos I de España designó a Francisco Montejo (el viejo) como Adelantado para efectuar la conquista del territorio de la península de Yucatán. Aunque al inicio los españoles pensaron que esta sería una empresa fácil. Sin embargo, la resistencia de las tribus Mayas requirió de tres expediciones militares y más de veinte años para completar el objetivo.

Montejo, el viejo, enfrentó la resistencia maya en conjunto con su hijo, Francisco de Montejo, el mozo, quien fue designado alcalde mayor y gobernador de Tabasco, y con su sobrino también llamado Francisco Montejo y reconocido por el mote del sobrino.

Estos tres conquistadores tuvieron varias victorias y reveses a lo largo de dos décadas, durante este tiempo fundaron las ciudades de San Francisco de Campeche (1540); Mérida, Yucatán (1542); y la villa de Valladolid (1543). A la muerte de Montejo el viejo, en 1550, su hijo heredó el título de Adelantado, Capitán General y Gobernador de los territorios de la península de Yucatán.

Las luchas entre los mayas y los españoles por pacificar la península de Yucatán se prolongaron durante ciento cincuenta años hasta el año 1697, cuando la tribu itzae del Petén fue derrotada de forma definitiva.

El norte de América: Nuevo México, Florida, California y Texas

Nuevo México

El encuentro entre los españoles y la tribu de los Pueblo, que eran los habitantes del territorio del norte de América, actual Nuevo México, ocurrió en el siglo XVI.

Las tribus que habitaban esta región eran comunidades semi nómadas como los apaches o navajos. Estas tribus funcionaban de forma autónoma entre ellas, por esta razón se facilitó la penetración de los conquistadores europeos.

Solo hasta 1680 se registraron los primeros enfrentamientos entre tribus de aborígenes y los europeos. Durante esta época los españoles construyeron veinticinco fuertes en esta región para tener control del territorio y poder enfrentar a los indígenas locales.

Durante tres siglos, los españoles tuvieron el control de Nuevo México bajo la figura de un gobernador, solo hasta mediados del siglo XIX iniciaron las hostilidades con los Estados Unidos de América y con la República de Texas, por el control del territorio de esta región y la ruta comercial del camino de Santa Fe.

La Florida

La Florida fue bautizada con este nombre en 1513 por el capitán Juan Ponce de León. La extensión de esta región era mucho mayor que el actual estado de la Florida de los Estados Unidos. Abarcaba la costa del golfo de México y el océano Atlántico desde el río Panuco hasta la bahía de Chesapeake.

La Florida formaba parte de la Capitanía General de Cuba, que a su vez pertenecía al Virreinato de la Nueva España. Aunque en este territorio no se realizaron grandes asentamientos sí se construyeron varios fuertes y se fundaron misiones en algunas localidades como Pensacola.

La población autóctona de aborígenes de la región de la Florida se fue diezmando con el tiempo. Esto ocurrió debido a los enfrentamientos con los españoles, las enfermedades como la viruela que le fueron trasmitidas por los europeos y para las que no tenían defensas, y el mal tiempo de la región que es azotada con frecuencia por los huracanes.

En 1819, España, ante la imposibilidad de defender el territorio de La Florida, cedió sus derechos a los Estados Unidos de América mediante el tratado de Adams-Onís.

California

El territorio de California fue anexado al Virreinato de Nueva España en el año 1697. Su extensión abarcaba desde 33 grados latitud norte hasta el Cabo de San Lucas. En varias ocasiones España intentó colonizar esta región, pero resultaron fallidas.

La empresa de colonización comenzó a tener éxito en 1697, esto ocurrió gracias al establecimiento de la misión, jesuita Nuestra Señora de Loreto Conchó, en la región que pertenecía a las tribus mongui. Actualmente en ese lugar sigue existiendo una ciudad llamada Loreto (Baja California Sur) frente al mar de Cortés.

La Compañía de Jesús continuó su actividad misionera a lo largo del siglo XVIII fundando varias misiones en el territorio de Baja California, algunas sucumbieron, mientras que otras se convirtieron en ciudades que aún perviven hoy en día.

En 1768 los jesuitas fueron expulsados por orden de Carlos III, mientras que las misiones que ellos habían establecido quedaron a cargo de la orden franciscana. Los franciscanos continuaron la actividad misionera hacia el norte, en el territorio de la Alta California, actual estado de California de los Estados Unidos.

Texas

Texas fue reclamada como territorio español en 1519 por Alonso Álvarez de Pineda. Aunque en realidad los primeros esfuerzos por colonizar este territorio no se dieron hasta finales del siglo XVII, en 1685, cuando Carlos II impulsado por la presencia de exploradores franceses, decidió enviar tres expediciones para conocer mejor el territorio ubicado a lo largo de la costa del golfo de México.

En estas expediciones los españoles sostuvieron encuentros con algunas tribus de aborígenes que habitaban el territorio. Estos indígenas recibieron el nombre de indios tejas por parte de los hispanos, y su territorio por extensión pasó a llamarse la región de los tejas, luego, simplemente Texas.

Desde el año 1700 en adelante el territorio texano mantuvo en enfrentamiento a Francia y España. Esta disputa se llevó a cabo por medio de la fundación de misiones y de poblaciones habitadas por colonos españoles o franceses. En 1749 se firmó la paz con los apaches. Sin embargo, los enfrentamientos entre aborígenes, españoles y franceses se mantuvieron en el tiempo durante el final del siglo XVIII.

En 1783 comenzaron las hostilidades por el territorio de Texas entre los Estados Unidos de América y España. Luisiana fue comprada por los norteamericanos a los franceses, por esta razón, los Estados Unidos consideraban que el territorio de Texas era parte del territorio adquirido, encontrándose con la oposición española.

Durante el período de 1808 a 1821 se dieron enfrentamientos entre españoles, estadounidenses, insurgentes mexicanos e indígenas de la región de Texas. En 1813, una de estas escaramuzas liderada por Bernardo Gutiérrez Lara tomó el control de la región, asesinaron al gobernador español y redactaron la primera constitución de Texas.

Sin embargo, los españoles lograron retomar el control hasta que, en 1821, Agustín de Itúrbide decretó la independencia de México, con lo que Texas pasó a ser parte del territorio mexicano.

Francisco Montejo y los Mayas

Cuando los conquistadores españoles tenían dominado el Valle de México y el territorio centroamericano procedieron al descubrimiento y la conquista de América en el sur de México, Guatemala, Honduras y la península de Yucatán. Esta región se caracteriza por su densa vegetación de selvas tropicales, esta situación hacía más difícil la penetración de los exploradores.

En 1523, Hernán Cortés envió a su lugarteniente, Pedro de Alvarado, a la región baja de Guatemala. Este con ayuda de la tribu Tlaxcala tuvo los primeros enfrentamientos con las tribus mayas, quienes, a diferencia de los aztecas, desde el inicio ofrecieron una fiera resistencia a la conquista de su territorio por parte de los españoles.

Estos enfrentamientos se mantuvieron hasta 1530 aproximadamente, durante este período se fundó la ciudad de Santiago de Guatemala en el territorio que correspondía a la población maya llamada cakchiquel de Iximché.

En 1527, Carlos I de España designó a Francisco Montejo (el viejo) como Adelantado para efectuar la conquista del territorio de la península de Yucatán. Aunque al inicio los españoles pensaron que esta sería una empresa fácil. Sin embargo, la resistencia de las tribus Mayas requirió de tres expediciones militares y más de veinte años para completar el objetivo.

Montejo, el viejo, enfrentó la resistencia maya en conjunto con su hijo, Francisco de Montejo, el mozo, quien fue designado alcalde mayor y gobernador de Tabasco, y con su sobrino también llamado Francisco Montejo y reconocido por el mote del sobrino.

Estos tres conquistadores tuvieron varias victorias y reveses a lo largo de dos décadas, durante este tiempo fundaron las ciudades de San Francisco de Campeche (1540); Mérida, Yucatán (1542); y la villa de Valladolid (1543). A la muerte de Montejo el viejo, en 1550, su hijo heredó el título de Adelantado, Capitán General y Gobernador de los territorios de la península de Yucatán.

Las luchas entre los mayas y los españoles por pacificar la península de Yucatán se prolongaron durante ciento cincuenta años hasta el año 1697, cuando la tribu itzae del Petén fue derrotada de forma definitiva.

El norte de América: Nuevo México, Florida, California y Texas

Nuevo México

El encuentro entre los españoles y la tribu de los Pueblo, que eran los habitantes del territorio del norte de América, actual Nuevo México, ocurrió en el siglo XVI.

Las tribus que habitaban esta región eran comunidades semi nómadas como los apaches o navajos. Estas tribus funcionaban de forma autónoma entre ellas, por esta razón se facilitó la penetración de los conquistadores europeos.

Solo hasta 1680 se registraron los primeros enfrentamientos entre tribus de aborígenes y los europeos. Durante esta época los españoles construyeron veinticinco fuertes en esta región para tener control del territorio y poder enfrentar a los indígenas locales.

Durante tres siglos, los españoles tuvieron el control de Nuevo México bajo la figura de un gobernador, solo hasta mediados del siglo XIX iniciaron las hostilidades con los Estados Unidos de América y con la República de Texas, por el control del territorio de esta región y la ruta comercial del camino de Santa Fe.

La Florida

La Florida fue bautizada con este nombre en 1513 por el capitán Juan Ponce de León. La extensión de esta región era mucho mayor que el actual estado de la Florida de los Estados Unidos. Abarcaba la costa del golfo de México y el océano Atlántico desde el río Panuco hasta la bahía de Chesapeake.

La Florida formaba parte de la Capitanía General de Cuba, que a su vez pertenecía al Virreinato de la Nueva España. Aunque en este territorio no se realizaron grandes asentamientos sí se construyeron varios fuertes y se fundaron misiones en algunas localidades como Pensacola.

La población autóctona de aborígenes de la región de la Florida se fue diezmando con el tiempo. Esto ocurrió debido a los enfrentamientos con los españoles, las enfermedades como la viruela que le fueron trasmitidas por los europeos y para las que no tenían defensas, y el mal tiempo de la región que es azotada con frecuencia por los huracanes.

En 1819, España, ante la imposibilidad de defender el territorio de La Florida, cedió sus derechos a los Estados Unidos de América mediante el tratado de Adams-Onís.

California

El territorio de California fue anexado al Virreinato de Nueva España en el año 1697. Su extensión abarcaba desde 33 grados latitud norte hasta el Cabo de San Lucas. En varias ocasiones España intentó colonizar esta región, pero resultaron fallidas.

La empresa de colonización comenzó a tener éxito en 1697, esto ocurrió gracias al establecimiento de la misión, jesuita Nuestra Señora de Loreto Conchó, en la región que pertenecía a las tribus mongui. Actualmente en ese lugar sigue existiendo una ciudad llamada Loreto (Baja California Sur) frente al mar de Cortés.

La Compañía de Jesús continuó su actividad misionera a lo largo del siglo XVIII fundando varias misiones en el territorio de Baja California, algunas sucumbieron, mientras que otras se convirtieron en ciudades que aún perviven hoy en día.

En 1768 los jesuitas fueron expulsados por orden de Carlos III, mientras que las misiones que ellos habían establecido quedaron a cargo de la orden franciscana. Los franciscanos continuaron la actividad misionera hacia el norte, en el territorio de la Alta California, actual estado de California de los Estados Unidos.

Texas

Texas fue reclamada como territorio español en 1519 por Alonso Álvarez de Pineda. Aunque en realidad los primeros esfuerzos por colonizar este territorio no se dieron hasta finales del siglo XVII, en 1685, cuando Carlos II impulsado por la presencia de exploradores franceses, decidió enviar tres expediciones para conocer mejor el territorio ubicado a lo largo de la costa del golfo de México.

En estas expediciones los españoles sostuvieron encuentros con algunas tribus de aborígenes que habitaban el territorio. Estos indígenas recibieron el nombre de indios tejas por parte de los hispanos, y su territorio por extensión pasó a llamarse la región de los tejas, luego, simplemente Texas.

Desde el año 1700 en adelante el territorio texano mantuvo en enfrentamiento a Francia y España. Esta disputa se llevó a cabo por medio de la fundación de misiones y de poblaciones habitadas por colonos españoles o franceses. En 1749 se firmó la paz con los apaches. Sin embargo, los enfrentamientos entre aborígenes, españoles y franceses se mantuvieron en el tiempo durante el final del siglo XVIII.

En 1783 comenzaron las hostilidades por el territorio de Texas entre los Estados Unidos de América y España. Luisiana fue comprada por los norteamericanos a los franceses, por esta razón, los Estados Unidos consideraban que el territorio de Texas era parte del territorio adquirido, encontrándose con la oposición española.

Durante el período de 1808 a 1821 se dieron enfrentamientos entre españoles, estadounidenses, insurgentes mexicanos e indígenas de la región de Texas. En 1813, una de estas escaramuzas liderada por Bernardo Gutiérrez Lara tomó el control de la región, asesinaron al gobernador español y redactaron la primera constitución de Texas.

Sin embargo, los españoles lograron retomar el control hasta que, en 1821, Agustín de Itúrbide decretó la independencia de México, con lo que Texas pasó a ser parte del territorio mexicano.

Resumen sobre el descubrimiento y la conquista de América

El descubrimiento y la conquista de América es un proceso histórico que se inició a finales del siglo XV y que se llevó a cabo durante varios siglos.

Cristóbal Colón es reconocido como el descubridor de América para la cultura europea. Él buscaba encontrar una ruta para comerciar especies con países de Asia, como la India y China, navegando hacia occidente por el océano Atlántico.

La empresa de Cristóbal Colón fue apoyada por los Reyes Católicos de España, ellos acordaron, mediante las Capitulaciones de Santa Fe, patrocinar las expediciones de Colón.

Las principales obligaciones de las Capitulaciones de Santa Fe son que Colón recibiría el título de Almirante y Virrey de los territorios encontrados, a cambio, él reclamaría estos territorios para la corona española.

El tratado de Tordesillas estableció un acuerdo de repartición de los territorios ultramarinos entre los Reyes Católicos y el rey Juan II de Portugal. La línea trazada a 370 leguas hacia el oeste de Cabo Verde confería los territorios orientales de América del Sur a Portugal y las recién descubiertas Antillas para España.

Las dos empresas del descubrimiento y la conquista de América más importantes hechas por los españoles fueron la dominación del Imperio azteca, liderada por Hernán Cortés, y del Imperio inca por parte de Francisco Pizarro.

Los dos primeros virreinatos creados por la corona española en América fueron el de la Nueva España sobre la base del Imperio azteca, y el del Perú sobre la base del Imperio inca.